9 claves para ver, escuchar y saborear Mindelo (Cabo Verde)

La ciudad de Mindelo es el reclamo turístico de la isla de São Vicente, en el archipielago de Cabo verde. Es la ciudad que mejor representa la forma de vida de los caboverdianos. Es dinámica y llena de ritmo. Pasear por sus calles, descubrir sus monumentos y tomar el sol en sus playas son algunas de las cosas que puedes hacer en este lugar. Pero principalmente te aconsejamos que disfrutes de la calma de su día y no te resistas a su agitada noche. Aquí te dejamos algunas sugerencias para que tu viaje a Mindelo sea un éxito:

1. Pasea, pasea y pasea hasta que te duelan los pies.

En Mindelo hay gente por todos lados y cualquier esquina puede convertirse en un atractivo.Visita el Mercado municipal y el de pescado donde podrás ver gigantescos atunes recién traidos del mar. Recorre su avenida Marginal sin perder detalle, te acompañará una hilera de casas de colores claros y algunos edificios de estilo colonial portugués, callejea por sus recobecos empredrados, visita los puestos de telas estampadas de los senegales. Acércate al palacio del Gobernador, pasea por la tarde hasta llegar a la plaza Amílcar Cabral, camina hasta su puerto y disfruta del espectáculo de colores que los vendedores de verduras despliegan cada día a lo largo de sus calles.

Mercado de Peixe, Mindelo, Cabo Verde

2. Come cachupa, mucha, toda la que puedas. 

Es una plato tradicional, un guiso contundente y delicioso que requiere gran dedicación. Es una mezcla de diferentes tipos de maiz y judías cocinado a fuego lento con verduras, se acompaña de huevo y chorizo criollo o de pescado. Puede tomarse a cualquier hora del día pero suele comerse como desayuno. Te aconsejamos que lo tomes como brunch, te dará energía para empezar el día y no necesitaras comer nada más hasta bien entrada la tarde.

Lo sirven en casi todos los bares y cafeterías de Mindelo. Si sois atrevidos y huis de sitios de turismo convencional, nuestra recomendación es que vayais, justo enfrente de la playa de Laginha al chiringuito “Bar Ilda Pires” no verás ni un turista pero comerás una deliciosa cachupa por solo 1.5 euros aproximadamente.

3. Escucha música en directo.

Mindelo suena a morna y a coladeira y canta con voz única en creolo una lengua que mezcla el portugués, francés y dialectos africanos. La raíz principal de su música viene de los esclavos negros del continente africano, que más tarde se mezcló con instrumentos de los colonos blancos.

En Mindelo nació Cesaria Ébora, la artista que cantaba descalza y que sonó por todo el mundo. Algunos de sus músicos siguen hoy tocando en pequeños bares de Mindelo, si tenéis suerte gozareis del privilegio de escucharles en vivo. Café lisboa, o en Porta Azul son algunos de los lugares clave donde beber un grogue mientras gozas de la música en directo.

4. Despídete del sol desde la bahía de Mindelo.

Te recomendamos no marcharte sin ver como el sol se esconde desde la playa. Sus atardeceres son mágicos, aquí el mar engulle literalmente al sol, sus olas lo acojen a un ritmo lento y los colores se transforman. Hay muchos factores que lo hacen realmente especial, por un lado podrás ver al monte Cara que, desde su cima, parece observar la puesta de sol como un espectador más, de otro aparece la isla de Santo Antão en el mismo encuadre y algún que otro barquito que parece detenerse ante la huida del sol. En Mindelo lo cotidiano se vuelve inolvidable.

Monte Cara, Mindelo, Cabo Verde

5. Y después de este espectáculo baila, o al menos inténtalo. 

Funaná, morna, polka, mazurka, contra-dança, coladeira, éste último dicen es el baile más sensual del mundo. Si no puedes unirte a él, dejate hipnotizar por los movimientos de los caboverdianos. Puedes ir a mover el esqueleto a la discoteca Cara Vela.

6. Aprende algo de criollo y saludo como ellos lo hacen.

Los caboverdianos chocan sus puños y de una manera entrañable llevan su mano al corazón, golpeándolo suavemente, mientras preguntan como están. Si el amigo al que saludan es muy cercano golpean dos veces haciendo el encuentro más especial.

No hay nada más enriquecedor que conocer la cultura del país que se visita a través de su gente, eso diferencia al turista del viajero. Los caboverdianos son gente amable, seguro que conoces a alguien dispuesto a enseñarte alguna palabra en su lengua y a contarte más sobre ellos.

Jóvenes practican acrobacias en la Praia da Langinha

7. Prueba pescado, y sobre todo come las croquetas y pasteles de caballa que venden las mujeres en la calle.

Las preparan en su casa y las guardan en enormes tuppers de plástico. Son baratísimas y están buenísimas, un tentempié exquisito perfecto para comer a la vuelta de la playa.

8. Coge un barco desde su puerto y vista Santo Antão.

Desde Mindelo sale el único transporte (ferry) que te lleva a la isla vecina de Santo Antao tarda una hora y vale la pena reservarse unos días para conocerla. Es preciosa y muy aconsejable hacer alguna ruta de senderismo por el valle de Paul.

Mujer transporta verdura en el Valle de Paul, Santo Antão, Cabo Verde

9. Mójate.

Toma el sol en sus playas y luego bañate pero no solo los pies.  Disfruta de sus aguas, y fíjate bien en sus colores, repara en los cambios de sus tonalidades desde el más cristalino al azul más turquesa.

Y cuando estés cerca del agua, intenta descifrar el lenguaje del mar. Una anciana le dijo a Cesaria Ébora en una ocasión que en Cabo verde las olas crean una música que nosotros los humanos no entendemos. Quizás en Mindelo consigas comprenderla.

Playa de Calhau, Sao Vicente, Cabo Verde