Destinos sorprendentes y atractivos del Meditteráneo

Muchas veces a la hora de elegir un viaje solo pensamos en destinos lejanos, tenemos la idea de cuanto más lejano sea el destino mejor, y no nos damos cuenta de que a veces no hace falta ir tan lejos. Aquí os proponemos algunos destinos sorprendentes y atractivos que se encuentran en el Mediterráneo.

.Casis y La Calanque

 

Avista de pájaro, los acantilados que recorren este rincón de la Costa Azul, al sur de Francia, son vertiginosos. La caliza blanca contrasta con el turquesa de unas aguas mansas que llevan siglos batiéndose contra las rocas y creando un paisaje onírico, un paraíso para los amantes de la vela, el piragüismo y la escalada.

.La Albufera de Valencia

 

Los valencianos la llaman “El Lluent”, que significa brillante, y los árabes la bautizaron como “El pequeño mar”. Ambos conceptos definen la hermosura de este Parque Natural que, bañado por el sol de la tarde, tiñe de rosa y plata sus humedales surcados por gran variedad de aves acuáticas. Un oasis costumbrista, que puede recorrerse en barca, a penas a 10km de Valencia.

.Una Campiña con vistas

 

Corazón artístico y espiritual del mundo renacentista, esta deliciosa región del centro de Italia alfombrada de colinas de cipreses, ha sabido trenzar con extraña naturalidad tantos siglos de historia con la impagable hospitalidad italiana. Quien viaja por la Toscana, siempre repite.

.Amar en Tipaza

 

“Aquí existe el derecho a amar sin medida”. En Argelia, amante y amada milenaria, la ciudad romana presume de su alma bella y gastada por cuyas orillas doradas han pasado fenicios, romanos, vándalos…y legiones de viajeros enamorados de su romántica leyenda.

.Las maravillas de Éfeso

 

Cruce de vías comerciales entre el Mediterráneo y Oriente, en la antigüedad, esta ciudad de la costa de Turquía atesora una de las zonas arqueológicas más extensas y mejor conservadas, convirtiéndola en el mayor museo al aire libre del mundo. El escenario perfecto para descubrir como era la vida en una gran urbe clásica.

.Las Cinco Tierras

 

Menos de 30 km de una de las carreteras más peligrosas de Italia, separan estas cinco joyas de Liguria. Colgados de los riscos que dominan el Golfo de Génova, Monterosso, Vernazza, Corniglia, Manarola y Riomaggiore fueron construidos sobre anfiteatros naturales que la mano del hombre ha modelado a través de los siglos, dibujando un increíble paisaje de terrazas cultivadas y pintorescas casitas de colores.

.El Gran Azul

 

No hay en todo el Mediterráneo un escenario más inmaculado para navegar en libertad que la «Costa Dálmata» de Croacia. Saltando de una isla a otra sobre un mar transparente, sin construcciones que dañen la vista, el navegante encuentra su recompensa con una cena al borde del mar.

.Las joyas preciosas de Bizancio

 

Más allá de la romántica playa que vio nacer a Afrodita, la diosa del amor, existe un Chipre boscoso recorrido por una hilera de iglesias bizantinas tapizadas de pinturas únicas. Diez de ellas son Patrimonio de la Humanidad y llevan siglos camufladas en los Montes de Troodos.

.Al sol de Santorini

 

Para muchos es la isla con más embrujo y encanto de Grecia. Santorini, al sur del Mar Egeo, es el resultado de la alianza entre el hombre y la naturaleza. Fue del fuego y hoy lo es del mar y del viento, y está sembrada de románticos pueblecitos que se diseminan por las paredes de sus acantilados volcánicos en forma de media luna.

.El Baix Empordà

 

Adentrarse en el paisaje que separa «l’Estartit» y «Sant Feliu de Guixols» supone descubrir los tesoros más sugerentes de la Costa Brava; calas recónditas de aguas cristalinas, joyas como las Islas Medas, pueblecitos medievales como «Pals» o poblaciones marineras como «Cadaqués».

.La Isla Secreta

 

Acantilados de belleza singular, impresionantes pueblos fortificados, una rica gastronomía y mucha paz esperan al viajero en esta bellísima Isla Verde del archipiélago de Malta, que, fiel a su pasado marinero y rural, ha sabido resistirse a la tentación del turismo de masas.

.El balcón del Mediterráneo

 

En esta vertiginosa ruta costera del sur de Italia no se necesitan mapas. Encajonada entre increíbles montañas y un bellísimo mar azul turquesa, la sinuosa carretera atraviesa entre acantilados un rosario de pueblecitos marineros colgados de la roca viva que son la esencia misma del mito de la “dolce vita”.

.La movida de Estambul

 

Basta un paseo al atardecer por las orillas del Bósforo para enamorarse de la bella capital de Turquía de por vida. Mil estampas reciben al viajero y otras mil más a bohemios y noctámbulos en las terrazas que miran al canal. Son la cara festiva de la ciudad, donde el lujo oriental baila con el más sofisticado y moderno espíritu europeo.