EL PARAÍSO TIENE NOMBRE Y ES KADIDIRI.

29 May

Hace exactamente un mes poníamos rumbo a uno de los destinos más de moda, Indonesia, sin saber que a los pocos días nos encontraríamos en el paraíso, más concretamente, en Kadidiri.

La idea era llegar a Yakarta y coger un vuelo a Makassar para al día siguiente volar a Rantepao (y así lo hicimos, aunque con algunos cambios que ya os contaremos en el siguiente post), después nos dirigiríamos a las Islas Togean, más concretamente a Kadidiri, donde teníamos pensado pasar unos días buceando, para más tarde volar hacia Bali para conocer la Isla de los Dioses y las Islas Gili (visitas que no tendremos más remedio que realizar en nuestro siguiente viaje a Indonesia, ya que una vez en las Islas Togean, cambiaron todos los planes).

Después de recorrer Tana Toraja nuestro siguiente destino era Kadidiri, pero hasta llegar allí todavía nos quedaba mucho camino. Desde Rantepao cogimos un bus que nos costó 85.000 IDR, es decir, unos 5 euros. El bus salía a las 08:00 horas, pero salió con más de una hora de retraso. Por delante nos quedaban casi 16 horas de bus hasta llegar a Poso. El camino no se nos hizo largo, eso si, debéis saber que la mayor parte del trayecto no íbamos ni por carretera, si no por baches y más baches y atravesando algunas corrientes de agua, ver para creer!!!!! Sobre las 03:00 horas llegábamos a Poso, fuimos al primer hotel que encontramos «Losmen Alugoro» (pero no penséis que habían muchos más) y las habitaciones eran horribles, pero para pasar unas pocas horas nos conformamos… Al día siguiente teníamos reservados ya dos billetes de bus junto con una pareja de franceses para llegar hasta Ampana, pero se ve que el bus iba lleno y al final fuimos en coche privado por 65.000 IDR, es decir, 4,36 euros. Este trayecto fue diferente al del día anterior ya que fuimos todo el rato por la costa, con el solecito que hacía y unas vistas increíbles!! Tardamos en llegar unas 3 horas a Ampana.

Bus hacia Poso

Bus hacia Poso

 

Rumbo a Ampana

Rumbo a Ampana

 

En Ampana nos quedamos en el hotel «Marina Cottage«, que por 160.000 IDR teníamos un bungalow de lo más bonito y limpio. El hotel una maravilla y la puesta de sol inolvidable (aunque más tarde veríamos otras más bonitas). Y por fin al día siguiente llegaríamos a nuestro paraíso!!!!!!

Marina Cottage

Marina Cottage

 

Atardecer en Ampana

Atardecer en Ampana

 

Atardecer en Ampana

Atardecer en Ampana

 

Nos levantamos a las 06:15, desayunamos para recargar pilas y a las 07:30 estábamos en el puerto para coger el «fast Boat» hasta Wakai. Este barquito es muy pequeño y agobia bastante, pero es la mejor opción si solo queréis tardar hora y media en vez de 4 horas. El precio del ticket es de 130.000 IDR, es decir, unos 8,72 euros. Una vez en Wakai por 60.000 IDR un hombre nos llevó en su barquita hasta Kadidiri. El paraíso estaba esperándonos!!!!

Puerto de Ampana

Puerto de Ampana

 

Fast boat camino de Wakai

Fast boat camino de Wakai

 

Barquita camino de Kadidiri

Barquita camino de Kadidiri

 

Kadidiri es una isla pequeña que cuenta con tres hoteles, el «Paradise Kadidiri«, el «Lestari» y el «Black Marlin«. Nosotras elegimos el «Black Marlin» y a día de hoy creo que fue la elección más acertada.

Nuestro bungalow costaba 300.000 IDR por persona, es decir, 20 euros, pero en el precio además de dormir nos incluía todas las comidas. Para desayunar nos sacaban un plato con fruta y crepes o tortilla. Tanto para comer como para cenar siempre había arroz, pescado fresco, algo de carne, ensalada o alguna verdurita rebozada o a la plancha con alguna salsa, también a veces una especie de croquetas de verduras que estaban muy buenas, y muy de vez en cuando pasta. Eso si, si no os gusta el picante mejor que lo digáis.

Cuando decidimos ir a Kadidiri era fundamentalmente para bucear y estar tranquilas en una playa paradisíaca. Y eso es lo que hicimos. Básicamente nuestro día a día ha sido levantarnos temprano y desayunar, playa, buceo, comer, relajarnos en alguno de los pufs a hacer la siesta, otro buceo, ducha y fiestecilla con la gente del hotel. Dicho así parece poco, pero hemos tenido la oportunidad de bucear en sitios increíbles como «Una Una» o el avión «B24«, y hemos disfrutado muchísimo nadando con tortugas, tiburones, mantas enormes y un sin fin de peces de todos los colores habidos y por haber. A eso hay que sumarle que un par de veces cuando volvíamos a hacia el hotel hemos visto ballenas y delfines, sin palabras.

Buceo

Buceo

 

Buceo

Buceo

 

Buceo

Buceo

Buceo

Buceo

Buceo

Buceo

 

Blue Star

Blue Star

 

Thuridilla Lineoleata

Thuridilla Lineoleata

 

Lion Fish

Lion Fish

 

Medusa

Medusa

 

Dives

Dives

 

Dives

Dives

 

Dives

Dives

 

Dives

Dives

 

Cuando no estábamos buceando nos cogíamos un kayak y allá que íbamos rema que te rema a alguna de las playas que teníamos para nosotras solas, sin nadie, sin nada, solo nosotras, la selva y el mar. Así conocimos «Barracuda Beach» y «Harmony Beach«, imposible deciros con cual me quedaría.

Kayak

Kayak

 

Zerra Beach

Zerra Beach

 

Harmony Beach

Harmony Beach

 

Harmony Beach

Harmony Beach

 

Isla Una Una

Isla Una Una

 

Lago de las Medusas

Lago de las Medusas

 

Lago de las Medusas

Lago de las Medusas

 

Isla Una Una

Isla Una Una

 

Barracuda Beach

Barracuda Beach

 

Malengue

Malengue

 

Tuk Tuk

Tuk Tuk

 

Isla Una Una

Isla Una Una

 

Aquí hemos podido disfrutar de los atardeceres mas espectaculares que he visto en mi vida, y que hoy ya echo de menos.

Cuando el sol se ponía y con «Bintang» en mano, nos juntábamos con los staff del hotel a tocar la guitarra y cantar, escuchar música, contar historietas, jugar unas partidas al billar y echarnos unas cuantas risas!!!

Y lo que iba a ser una estancia de cuatro días pasaron a ser dos semanas en las que hemos disfrutado como niñas. Cambiamos todos los planes del viaje por quedarnos en nuestro trocito de arena, alejadas de la vida real, sin luz (solo unas cuatro horas al día), sin agua (el agua que hay viene de depósitos que van llenando con la lluvia), sin cobertura en nuestro móviles, sin poder comprar nada de nada, porque allí no hay tiendas, ni carreteras, ni vehículos…NADA, solo naturaleza en estado puro.

No puedo terminar este post sin dar las gracias a Lina (la manager del hotel), que se ha portado como una hermana mayor con nosotras, a Mika, que es el mejor instructor del mundo, con una paciencia enorme y puedo aseguraros que con nosotras la ha necesitado, a Ram y a Acien, nuestros compañeros debajo del agua, nuestros guías y nuestros ojos, a Mus y Jefry que nos han llevado a todos lados con los barcos, y a Siti y Ali porque han hecho que nuestra estancia en «Black Marlin» haya sido perfecta.

Y ahora me pregunto, ¿acudes a los sitios porque te llaman o porque te buscan??? Después de pasar estas dos inolvidables semanas en Kadidiri, en el «Black Marlin« (y todavía aun sin saber muy bien como descubrimos las Islas Togean), estoy convencida de que acudimos a los sitios porque ellos nos buscan.

Aunque llegar hasta allí cueste unos tres días, volvería a repetir la experiencia todas las veces que pudiera y recomiendo a todo el mundo que vaya a hacer un viaje a Indonesia que se replantee su itinerario y dejen unos días para conocer este trozo de paraíso.

www.blackmarlindiving.com

https://www.facebook.com/pages/Black-Marlin-Dive-Resort/147630198701894?hc_ref=PAGES_TIMELINE

https://www.facebook.com/blackmarlindive

 

 

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