Bangkok, la ciudad que nunca duerme

12 Ene

En muchas ocasiones cuando viajamos pasamos por alto la capital en la que aterrizamos porque a nuestro parecer tiene poco de interesante. En este caso, Bangkok es una parada obligatoria en todo viaje a Tailandia porque es una ciudad increíble y, por tanto, debe ser visitada.

Tanto los mochileros como los viajeros con presupuestos ajustados encontrarán su refugio en uno de los miles de hostels y albergues que inundan Khaosan Road. Puestos de comida, centros de masaje, tiendas de ropa, etc. y todo un espectáculo de gente de todas las nacionalidades se concentran en esta famosísima calle.

Desde aquí son visitas obligatorias El Gran Palacio, situado a unos 20 min a pie; el Wat Pho, que se encuentra justo al lado del Gran Palacio y, famoso por la estatua dorada del Budha reclinado, a unos minutos a pie desde aquí, se puede visitar el Museo de Siam y conocer un poco de la historia de Tailandia, su cultura, tradiciones, etc. También a unos 750 m del Wat Pho encontraremos el Wat Arun, el Templo del Amanecer, para el que habrá que cruzar el río Chao Praya con el ferri para acceder a él.

Si empiezas tu ruta por Ratchamnoen Road, una vez pasas por el Monumento de la Democracia, unos metros antes de la siguiente intersección, verás a mano derecha el Pabellón Real Mahajetsadabadin, y detrás de este el Wat Rachnatda, donde encontrarás el Loha Prasat o Castillos de Metal. Muy cerca del Wat Rachnatda, verás el Wat Suthat, que es famoso por el gran columpio rojo que se encuentra en el exterior, pero sobre todo por el Budha de 8 metros que se encuentra en una de sus salas.

Otra de las visitas obligadas es el Monte Dorado, que está a unos 10 min del Wat Suthat. Este es un buen punto para tener una vista de toda la ciudad.

Desde Khaosan Road, se tardan unos 20 min a pie hasta el Templo del Budha, donde se puede ver una estatua de este de 32 metros bañada en oro.

A solo 5 min a pie de Chinatown, está el Templo de Oro, donde encontrarás un Budha de 5 toneladas en su interior. Si aprovecháis y vais por la tarde será perfecto para empezar desde aquí vuestra visita por el barrio chino, ya que no todo va a ser visitar templos y museos. Chinatown a plena luz del día es como cualquier otro barrio, puestos de comida, tráfico de locura en la calle, muchísima gente, etc. pero cuando se esconde el sol, cientos de letreros de neón iluminan esa parte de la ciudad, ofreciendo un colorido y un ambiente especial que no os podéis perder.

Si os encontráis por el Centro de Arte de Bangkok, podréis escaparos a la casa de Jim Thomson, una casa de madera de estilo tailandés con bonitos jardines.

Imprescindible visitar uno de los muchos rooftop (rascacielos) de los que se encuentran en Bangkok, no solo por las vistas, sino por el cambio de percepción que tendréis desde aquí de la ciudad. Uno de los más famosos por su aparición en la película Resacón en Tailandia es el que se encuentra en lo alto del Hotel Lebua. No os olvidéis de poneros lo más mono que llevéis en la mochila o no os dejarán entrar, sobre todo los chicos necesitaréis pantalones largos.

Si coincide con que estáis en Bangkok durante el fin de semana, será parada obligatoria el mercado de Chatuchack, uno de los más grandes del mundo. Aquí podréis encontrar cualquier cosa que busquéis y poner en práctica el arte del regateo.

Cuando os apetezca desconectar de tanta locura, podéis relajaros en el parque Lumphini, y si vais muy temprano o al atardecer veréis cómo cientos de tailandeses practican el Tai-Chi.

En la zona de Silom encontraréis el mercado nocturno de Pat Pong, uno de los mercados nocturnos más famosos de toda Tailandia; por lo tanto id y daros una vuelta, pero si pensáis comprar mejor hacerlo en otro no tan turístico porque aquí los precios son más altos. También es aquí donde encontraréis el Barrio Rojo de Pat Pong, pero es mejor dar una vuelta y ver el ambiente, que entrar a algunos de los espectáculos. Otra calle parecida es Soi Cowboy, mezcla de fiesta y de neones.

No podéis perderos los mercados flotantes, ya que es algo típico de estas tierras y no en muchas partes del mundo podréis disfrutar de ellos. Una excursión por los canales os hará ver el día a día de los thais.

Y que no se os olvide: si tenéis poco tiempo más vale abarcar poco y disfrutar de cada momento que ir de un lado a otro sin ver nada.

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